NO PONGAMOS EN
RIESGO NUESTRA SALUD VISUAL NI LA DE NUESTROS HIJOS.
¿Dónde puedo comprar una gafa?; Es una
pregunta que frecuentemente se hace en todas las consultas de oftalmología
varias veces al día, más aún cuando en la situación actual existe un bombardeo
diario con múltiples ofertas sobre los distintos tipos de gafas, algunas
incluso de venta en top mantas.
Lo cierto es que esta pregunta seguro que
podría ser respondida con mayor exactitud por un óptico y no por un oftalmólogo
como es mi caso, pero creo que es necesario que comentemos algunas claves que
nos pueden orientar.
Quiero recalcar de antemano, que no existe ningún
interés comercial por mi parte (pues soy oftalmólogo y no tengo ninguna
relación comercial con ninguna óptica ni nada parecido), quede eso suficientemente
aclarado.
Sentado este principio, las gafas tienen
dos aspectos básicos a considerar a la hora de su elección; por un lado la
montura y por otro los cristales. En cuanto a la montura, lo lógico es
que compremos una gafa adaptada a la edad del paciente, una gafa de niño no es
una gafa pequeña, es una gafa de características especiales en su montura
adaptada a las distintas edades de los niños desde recién nacidos, con
características especiales de flexibilidad para evitar roturas y siempre que
cubran bien el campo visual del niño, es decir que no sean pequeñas, pues el
niño va a crecer. Incluso en ocasiones van provistas de sistemas especiales de
sujeción para evitar pérdidas o descentramientos.
En cuanto a los cristales, es
importante que sean de una buena calidad y siempre con los controles adecuados
y eso es uno de los aspectos fundamentales que diferencian una gafa de un top
manta de una gafa de óptica. Los cristales tienen que tener las características
determinadas que eviten las mayores aberraciones ópticas posibles, es decir,
para que nos entendamos, que nos permitan la mejor visión posible con la menor
distorsión. A esto hay que sumar las características que un profesional en
óptica nos aconseje de acuerdo a las condiciones de uso que vayamos a dar a esa
gafa (para todo uso, solo para cerca, monofocal, progresiva, anti reflectante,
endurecedor, etc...)
Mención especial merecen las gafas
premontadas, las cuales últimamente han tenido una gran demanda y se venden
incluso en gasolineras, papelerías, etc…. Creo es conveniente informar que
dichas gafas no son ni mucho menos similares a una gafa adaptada a nosotros y
comprada en una óptica. Esta afirmación tan rotunda se justifica en muchos
criterios, como son la calidad del cristal, la precisión del ajuste (pues no es
lo mismo que lleve corregido el astigmatismo cuando lo tenemos por pequeño que
sea que no corregirlo), el ajuste del centro óptico de dichas gafas (la zona
por donde se obtiene una mejor visión que debe estar alineada a nuestros ojos y
en las gafas premontadas es una distancia estándar), etc...
Ya no digamos cuando esas gafas se venden
en puestos ambulantes sin las debidas licencias, donde los cristales son
verdaderas infamias en muchos casos, sin cumplir ninguna normativa de calidad
vigente.
Estas gafas premontadas si tienen alguna
utilidad, podría ser para aquellas situaciones transitorias donde no tenemos la
posibilidad de hacer una gafa correcta y necesitamos salir del apuro de la
pérdida de las mismas sin ninguna otra alternativa a nuestro alcance, pues
reitero que su uso no es recomendable de forma mínimamente frecuente por no
estar correctamente adaptadas a nuestras necesidades personales. Son solamente
gafas para salir de un apuro, pero no para un uso constante y cotidiano y desde
luego, jamás para utilizar en niños pues el riesgo de problemas de ojo vago
secundario a una adaptación incorrecta sería muy elevado.
En ocasiones algunas ópticas tienen gafas
premontadas pero con cristales de calidad, que pueden servir para solucionar
ese problema temporal y que nos garantizan un criterio de calidad en lo que
compramos, aunque no se ajuste a nuestra necesidad de manera exacta, pero al
menos no nos perjudicará el tiempo que las usemos de forma reitero temporal.
Por último también debemos comentar las tan
frecuentemente demandadas gafas de sol, las cuales vemos cada vez con mayor
frecuencia en locales sin licencia de ópticas. Estas gafas no deben ser unos
simples cristales tintados, sino que dependiendo de las condiciones de
luminosidad en las que vayamos a usarlas, deben tener unas características
especiales en sus cristales, las cuales permitan el filtrado en mayor o menor
intensidad de la radiación ultravioleta. Así no es lo mismo utilizar una gafa
de sol en Madrid que usarla para esquiar en Sierra Nevada, pues la radiación
ultravioleta será diferente y necesitaremos un filtrado mayor cuando hacemos
esquí que cuando paseamos por una ciudad. Esa cualidad viene garantizada por
los controles que deben pasar esas lentes y será nuestro óptico la persona más
indicada para aconsejarnos en base a nuestras necesidades lo que es mejor para
nuestros ojos y no solo la gafa más bonita por su aspecto sin considerar lo más
importante que es la calidad del cristal. Este es un tema muy importante pues
una adaptación y un uso incorrecto o una gafa que no cumpla las condiciones
debidas, no solo no serán útiles, sino lo que es peor y mucho más peligroso,
pueden causarnos un daño irreparable para nuestra visión, pues pueden dañar la
zona más sensible de los ojos como es la mácula y ocasionarnos déficit visuales
irreparables. Por ello es necesario que un acto tan simple como la elección de
una gafa de sol, incluso aquellas que no sean graduadas, lleve siempre el
consejo de una persona con conocimientos suficientes para ello y nadie mejor
que un optometrista.
Puede parecer que este mensaje es un
incentivo para que las gente compre gafas en las ópticas, pero realmente las GAFAS
DEBEN COMPRARSE EN LAS OPTICAS, nunca en sitios que no tienen las correctas
acreditaciones y cualificaciones para prescribir un artilugio que está
relacionado con nuestra salud visual.
Evidentemente el costo de una gafa de un
puesto ambulante nunca va a poder ser el mismo que el de una gafa de óptica,
pero en ese precio está la calidad de lo que compramos y las garantías y
responsabilidad en su venta, lo cual en los top manta no te van a ofrecer.
Los optometristas de este país realizan una
carrera de 4 años donde estudian múltiples aspectos relacionados con la salud
visual de nuestros ojos y les capacita para vendernos esos instrumentos
relacionados con nuestra salud visual que llamamos gafas, pues sino, ¿para qué
estudiar tantos años?, con comprar una manta y unos cristales tintados, el
negocio está garantizado.
Como un optometrista me comentaba hace unos
días, “a nadie se le ocurre comprar un medicamento fuera de una farmacia, en
cambio ¿Porqué compramos las gafas en sitios que no son ópticas?”
COMPREMOS LAS GAFAS EN OPTICAS QUE NOS
OFRECERAN LAS GARANTIAS Y CONTROLES DE CALIDAD NECESARIOS Y DEJEMONOS ACONSEJAR
POR NUESTRO OPTICO QUE ES LA PERSONA MAS INDICADA PARA ELLO.
NO JUGUEMOS CON NUESTRA SALUD VISUAL.
Dr. Carlos Laria Ochaita.
Director Unidad de Oftalmología Pediátrica y Estrabimos
Clínica Baviera de Alicante y Valencia.
www.drcarloslaria.es