Visión doble:
Diplopia. Novedades en su diagnóstico y tratamiento.
La
visión doble es una de las situaciones mas incómodas para el desarrollo de nuestra
vida cotidiana que nos pueden ocurrir y requiere de un correcto diagnóstico y
tratamiento que en ocasiones debe ser urgente.
La
diplopía consiste en la visión doble, es decir, vemos un objeto en dos
posiciones distintas, ocasionado por problemas en la coordinación de nuestros
ojos o bien a nivel cerebral por la integración de dichas imágenes.
Cuando
en una persona aparece súbitamente una visión doble, sin ningún antecedente
traumático que reseñar, debemos pensar bien en un problema a nivel neurológico
que sea lo que ocasione dicha alteración, o bien algún problema de la motilidad
ocular que se ha descompensado y origina la diplopia. Por ello, lo inicialmente
correcto es una completa valoración por un oftalmólogo especialista en
estrabismos para un correcto diagnóstico de la situación motora de nuestros
ojos, en colaboración con un neurólogo para descartar cualquier problema a
nivel cerebral. No solo deberemos abordar el problema de la desviación de los
ojos, sino más importante intentar excluir cualquier causa neurológica que
pueda ocasionarlo y que puede incluso comprometer nuestra vida.
En
cuanto a la valoración ocular propiamente dicha, existe un gran avance para el
diagnóstico que es la denominada videooculografía, mediante la cual podemos
determinar con total exactitud la desviación de los ojos en los tres ejes del
espacio con una precisión superior a 0,1º. De esta técnica que tenemos amplia
experiencia en la Unidad de Estrabismos de Clinica Baviera en Alicante y Valencia, hemos reportado numerosas publicaciones
internacionales y colaborado con Oftalmólogos de distintos países para el
tratamiento de casos muy complejos, donde estas técnicas han supuesto una pieza
fundamental para la comprensión de dichos casos.
En
ocasiones la diplopía se produce a consecuencia de un accidente o traumatismo,
lo cual establece un causa pero que requiere igualmente un tratamiento
independientemente de las actuaciones iniciales para resolver dicho
traumatismo.
La
visión doble puede tratarse de muy diversas maneras, todas ellas condicionadas
por el origen de nuestro problema. Así, inicialmente cuando el problema es por
un traumatismo, podemos en las primeras semanas tratarla mediante la inyección
de toxina botulínica en la musculatura ocular para mejorar o acelerar el
proceso de recuperación. Cuando el tiempo de desarrollo de esa diplopía ya es
largo, muchas veces requerirá el empleo de cirugía sobre los músculos oculares,
del estrabismo propiamente dicho, para poder recuperar o aliviar esa visión
doble, y en esto existen multitud de técnicas quirúrgicas desde muy simples a
mucho más complejas, pero que no por ello debemos dejar de afrontarlas.
Cuando
dejamos pasar el tiempo con un problema de este tipo, se establecen mecanismos
compensadores por el organismo, que intenta eliminar esa visión doble o buscar
posiciones de los ojos y de la cabeza donde esa visión doble sea más llevadera.
Por ello, con el paso del tiempo pueden adoptarse posiciones de la cabeza que
no son normales, inclinaciones o giros, las denominadas tortícolis, que nos
llevan a considerar erróneamente que tenemos problemas en la musculatura del
cuello, cuando el problema realmente está originado por la musculatura ocular y
el movimiento de los propios ojos, con lo cual aunque hagamos sesiones de rehabilitación
de la musculatura del cuello, el problema no se solucionará hasta que no intervengamos
sobre el origen del mismo, la musculatura ocular y de nuevo aquí es donde el
estrabólogo será el encargado de establecer el tratamiento más adecuado.
A
veces la desviación es tan pequeña o tras una intervención queda una mínima
desviación que puede solucionarse solamente con el empleo de lo que denominamos
prismas sobre la gafa, consistente en un tipo especial de cristales que cambian
la posición de la imagen, evitando la visión doble y no requiriendo
intervención quirúrgica.
Por
lo tanto como vemos, existen múltiples alternativas para el tratamiento de la
visión doble, pero desde luego la espera o el intentar conformarnos con una
situación tan incómoda, no es una opción.
Realmente
el problema es muy complejo, requiere de un tratamiento coordinado de varios
especialistas, neurólogos, estrabólogos, internistas, etc… para establecer su
causa y su tratamiento, pero la satisfacción del paciente, considero tras más
de 20 años de experiencia, que es una de las situaciones más agradecidas que se
producen en la práctica clínica diaria, posiblemente por la gran incomodidad
que supone.
La
visión doble o diplopía puede ser un problema intrascendente, pero en ocasiones
puede adoptar una gran importancia incluso con compromiso para nuestra vida.
Por ello no debemos nunca conformarnos con asumir estas situaciones y por el
contrario debemos enfrentarnos a ellas e intentar valorar las posibilidades que
el siglo XXI y las modernas técnicas como la videooculografía nos ofrecen para
su tratamiento. Los tiempos donde la simple observación era suficiente han
pasado a la historia y hoy en día disponemos de modernas técnicas cuya
precisión supera el ojo humano y nos permiten un diagnóstico mucho más preciso
y por lo tanto poder abordar con mucha mayor seguridad el tratamiento de muchos
de estos problemas que anteriormente tenían muy difícil tratamiento.
Dr. Carlos Laria Ochaita.
Director Unidad de Estrabismos.
OFTALMAR.
Hospital MEDIMAR Internacional de Alicante.